domingo, 30 de junio de 2013

Nuestro Más Grande (y desperdiciado) Poder…

Manos-creadorasHay un poder que todas las personas lo traemos dentro desde el nacimiento. Un poder más poderoso que cualquiera que podamos conocer y sin embargo, muy pocos llegan a usarlo en toda su vida. Estamos tan condicionados a pensar que este poder es algo que no nos pertenece y que es algo que “Otras personas” tienen que lo desperdiciamos a manos llenas y nunca realmente podemos desarrollarlo, cambiando así nuestro mundo e incluso el mudno de muchas personas más.


Para explicar mejor este concepto te voy a contar una pequeña anécdota de algo que me pasó hace unos meses en la casa de mis papás un día que estaba de visita con mis hermanos. Esto que pasó fue lo que me ayudó a entender mejor lo que es este poder oculto que todos tenemos pero también muy pocos utilizamos.

Mis papás habían invitado a unos vecinos a cenar y estos vecinos son un matrimonio joven con tres niños pequeños, Dos niñas y un niño. La hija mayor creo que tenía alrededor de unos 6 años de edad, el siguiente unos 3 y la más chiquita calculo que un poco más de un año porque se ve que no tenía mucho tiempo de que había aprendido a caminar.

Esta niña, que se llama Erika, es la que me abrió a los ojos a este concepto después de estarla observando por algunos minutos en su paseos de destrucción por toda la casa, todos sabemos cómo son los niños chiquitos que todo lo que ven lo quieren tocar y generalmente lo terminan rompiendo.

Muchos podríamos pensar que es sólo porque son traviesos o porque simplemente tienen ganas de destruir algo por el simple hecho de destruirlo pero con lo que yo estuve observando me di la oportunidad de extraer mi propia explicación de esto. Realmente internaliza estos conceptos porque en ellos se encuentra la semilla del poder que te he estado mencionando.

Cuando los bebés llega al mundo todo es absolutamente nuevo, no juzgan nada. Todo lo observan, lo aceptan, lo estudian y se ven como parte de ese todo. Se encuentran totalmente indefensos y no pueden hacer nada por ellos mismos y todo el tiempo los están manipulando otras personas, cargando, haciendo reír, bañando, haciendo cosquillas y todas las cosas que les hacemos a los bebés, los adultos no lo podemos evitar.Ellos no tienen poder sobre nada. No tienen poder sobre absolutamente nada.

Pero conforme los meses van pasando y ellos van creciendo esto va cambiando de forma muy poderosa y comienzan una etapa llena de maravillas en la que empiezan a experimentar totalmente maravillados que ya no sólo son espectadores de todo lo que sucede alrededor sino que tienen el poder de cambiarlo.

Por supuesto, no el mundo literalmente, sino su mundo personal. Su pequeña esfera en la que habitan.

Imagina un bebé que está comenzando a caminar y que ve un jarrón sobre una mesita en la sala. Lo ve, se acerca, lo toca y este se mueve. Imagina lo que siente el bebé sabiendo que él y solamente él fue el autor de ese cambio. Él tuvo el poder de alterar el estado de un objeto de su mundo. Pero esto no se queda ahí, todos sabemos que un bebé no se detiene por nada, siempre siguen probando sus propios límites.

Ahora mueve el jarrón más y más hasta que lo tira al suelo y se rompe. El bebé no tiene idea de que hizo algo mal. En su mundo acaba de suceder algo extraordinario. Él hizo esto posible, no sólo cambió de posición el jarrón sino que lo transformó totalmente de una sola pieza que estaba en la mesita a un montón de piezas que ahora están regadas por todo el suelo, y no sólo eso sino también él provocó un ruido estruendoso al momento de que se rompiera el jarrón. El hizo esto y nadie más. El utilizó estas 2 geniales herramientas de 5 dedos cada una que por tanto tiempo observó, estudió y aprendió a usar mientras crecía a lo largo de los meses anteriores y ahora ¡finalmente las está usando para transformar el mundo a su alrededor!

¿Te imaginas lo emocionante que es esto para un ser que todo lo que conocía era ser alimentado, bañado, cargado, transportado de un lado a otro, abrazado, etc.? El ahora ver que tiene el poder de cambiar el mundo a su alrededor. De él ser el catalizador de cambios y que es capaz, con tan sólo usar estas dos mágicas herramientas llamadas manos que ya finalmente sabe para qué son, puede transformar su entorno de mil diferentes formas.

Entonces mientras yo estaba observando a Erika me quedé maravillado por este descubrimiento. Ella no sabía que el sacar un libro del librero y arrancarle las hojas estaba mal. Ella simplemente estaba haciendo uso del poder que hacía no mucho había descubierto de ejercer un cambio en el pequeño mundo que habitaba. De ejercer su poder de transformar la materia mediante las herramientas que tenía a su alcance. Sus pies, sus manos y su boca.

Ella no estaba desojando un libro. Ella estaba transformando su entorno sin ayuda de nadie, y el comprobar una vez más que no sólo seguía teniendo este poder sino que se estaba volviendo más efectiva y eficiente usándolo, la tenía maravillada.
Esto, esto es extremadamente poderoso para cualquier ser humano. El corroborar y ejercer nuestro poder para transformar algo mediante el uso de los recursos que tengamos a la mano. Esto aplica especialmente para nuestros recursos mentales en la era que estamos viviendo.


¿Pero sabes qué es lo más triste? Que conforme vamos creciendo se nos va olvidando que tenemos este poder. Ahora como adultos, de nuevo vemos el ambiente en el que habitamos y una vez más nos sentimos como meros habitantes de un mundo en el que no somos protagonistas ni tenemos el poder de cambiar nada.

Como adultos ahora sentimos que habitamos un mundo en el que gran parte de las cosas nos suceden, no las hacemos suceder. Un mundo en el que no importa cuánto tratemos, las circunstancias externas siempre parecen interponerse con nuestra intención de cambiar las cosas.

Y esto es una tristeza enorme porque en lugar de seguir puliendo y aumentando nuestros poderes y nuestras capacidades de transformar nuestra persona, nuestro ambiente y circunstancias lo que sucede es que crecemos y vamos perdiendo este poder. Vamos perdiendo nuestro más grande poder, que es tan importante y que es vital para transformar nuestra vida!
Te has puesto a pensar de dónde viene la confianza y el orgullo de ti mismo y de lo que haces? Vienen precisamente del haber visualizado algo en donde no había antes nada. De haber visto algo que nadie más veía y a través de la disciplina y el trabajo duro haberlo materializado. Para un adulto el romper un jarrón o desojar un libro no es nada especial. Lo que es realmente especial es el hacer uso de tu intelecto, tus recursos mentales y tu creatividad e ingenio para materializar las ideas de tu mente.

Cuando hacemos eso nos llenamos de confianza y de orgullo. Cuando recordamos y comprobamos de nuevo, que tenemos la capacidad de transformar nuestro entorno transformándonos primero a nosotros mismos y después el mundo que nos rodea más y más.