Y si pensamos en marca y en felicidad, admitámoslo la primera que nos viene a la mente es Coca Cola, un 37,2% de los españoles considera que Coca Cola es la marca más asociada a la “felicidad”.
Coca Cola marca la pauta y las no tan grandes hacen el intento, anunciar felicidad es una apuesta interesante y rentable si se conoce al público, el canal y, sobre todo, el mensaje.
Terminó la época que para muchos suele ser la más feliz del año. Sin embargo, saber explotar y vender este sentimiento a lo largo de los próximos 12 meses es un reto que no muchos logran conquistar. La felicidad también se vende, pero no todos saben cómo
El vínculo es emocional, así que el protagonista de la historia no debe ser la marca, sino el público, pues el público generalmente está dispuesto a sentir placer cuando compra, y si además de placer puede sentir felicidad, lo hará.
¿Cómo se consigue la felicidad en la publicidad? Pues con fotos e imágenes con niños que se ríen, animales que nos recuerdan a mascotas de nuestra infancia, paisajes como por ejemplo una playa paradisiaca, situaciones cómo: graduarse, casarse, amar, una reunión de amigos, un atardecer.
Se consigue asociando un producto como puede ser una marca de alimentación, al cariño materno y a la felicidad que en las madres provoca la familia reunida en torno a una cálida mesa redonda, a un desodorante juvenil con potentes beneficios afrodisíacos y promesas amatorias, o a un medicamento que logra disminuir el peso de las personas con frases como: “Y tú, ¿qué harías con unos kilos menos?” Ponerme los vaqueros de mi juventud, correr más con mi perro, contactar con nuevas personas, etc.
Y para muestra un botón, así que os dejamos el video de Coca Cola y su máquina de la felicidad.
